viernes, 11 de julio de 2014

La inexistencia del Tiempo/Capítulo 8/Crónicas terrícolas por Kadok

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Pasado, presente y futuro, son los estados del devenir, lo que fue, lo que es y lo que será. Los humanos están tan acostumbrados y tan firmemente enganchados a estos estados que nunca objetarían su existencia, sin embargo ¿es así realmente?

Vive el presente, no vivas en el pasado, disfruta tu hoy; piensa en tu futuro cuando tomes una decisión; deja el ayer y disfruta este momento; ahorra para tu futuro; sé siempre puntual; “al que madruga le amanece más temprano -o Dios le ayuda-” o la otra contestataria: “no por mucho madrugar amanece más temprano”; no te aflijas hombre, mañana será otro día; ¿qué será de ella ahora?; cuando sea grande seré famoso; quien pudiera regresar a esa niñez feliz y sin preocupaciones; si sólo tuviera unos años menos; si sólo tuviera unos años más. Éstas son sólo algunas de las frases que se escuchan muy frecuentemente y que forman parte de otras muchas más que por diferentes canales y medios se machacan con denuedo en todos los ámbitos de la vida social humana, es apabullante, un estado psicótico bastante generalizado que esta especie posee respecto a este concepto del tiempo.

   La gente está más pendiente de la hora que un perro de su hueso, si se te ocurre decir buenos días a eso de las 2:00pm alguien indefectiblemente se encargará de corregir la desviación de inmediato y escucharás el -serán buenas tardes ¿no?- con la cara de imbecilidad de punto para partido del interlocutor y esa actitud triunfal de corrector de almas, ¿pero qué diantres si el día no se acaba aún?, quizá se deba a que buenos días se oiga mejor que buenas mañanas y que para efectos de salutación común -en español- se haya dividido el día en: días, tardes y noches, así, en plural, al menos en algunos idiomas aunque en inglés, al amanecer, nunca se diga o no sea habitual decir buenos días, morning es mañana o matutino traducido al idioma en que escribo y en la cultura anglosajona se acostumbra el good morning, y para los otros periodos del día: good afternoom, good evening y good night, todo en singular y aparte dos variantes para la noche, una de entrada y otra de salida. Ya veríamos a los correctores hispanoamericanos siempre listos alrededor levantando la ceja al escuchar ¡buenas mañanas!, este tío no es de por aquí, y para toda cosa que se oye diferente, seguro es de la capital, o al revés depende de donde provenga el sujeto.

   El correr del tiempo está tan arraigado en la ilusión humana que jamás se duda de él, las corrientes actuales fijan la atención en que es importante vivir en el presente, en el momento más inmediato en el que alguien se encuentra, que visto desde el punto de vista psicológico es una acción positiva y de salud mental, que brinda la posibilidad de ser consciente de los actos que cada quien vive y percibe. Esto es útil para centrar la atención humana y definitivamente, aprender a vivir, quien viva sólo de recuerdos -pasado- o por el contrario, quien viva en lo que estará por venir -futuro-, se aleja de la responsabilidad de enfocar su consciencia y de obtener lo que la vida le ofrece gratuitamente en los momentos en los que respira y se mueve, en esos lapsos en los  que se construye -en la manera lineal de concepción del tiempo- lo que fue y lo que será.

   Dejando a un lado la manera psicológica de observar el tiempo, que no es sino una forma relativa de verlo, pasamos a la observación pura de cómo el tiempo transcurre, encontramos posiciones científicas contrarias, desde la que dice que el tiempo no existe y que vivimos en un universo estático pero en el que sin embargo sí existen los cambios que crean esa ilusión y por otro lado, la que nos dice que el tiempo existe verdadera y definitivamente ya que podemos medirlo a gran escala en eones -miles de millones de años terrestres- y en escalas tan pequeñísimas como un femtosegundo equivalente a la mil millonésima parte de un segundo (1x10-15s) que ya se ha podido medir en los laboratorios de los humanos.

   Pero ¿qué entienden los humanos por tiempo? además de indicarles si el día será soleado, lluvioso, caluroso, templado o frío, entendiéndose éstas como las condiciones del medio ambiente, “el tiempo es una magnitud física”, como dice la wikipedia, “con la que se mide la duración o separación de acontecimientos, sujetos  a cambio, de los sistemas observables, esto es, el periodo que transcurre entre el estado del sistema cuando éste presentaba un estado X y el instante en el que X registra una variación perceptible para un observador o aparato de medida”, lo que quiere decir que el cambio es fundamental para percibir que “el tiempo pasa y no te he podido olvidar”, cuando el cambio es deficientemente percibido por el observador, se dice que el tiempo no ha pasado, es que el tiempo no pasa en ti, estás igualita, como se suele adular -sea cierto o no-, o que ha pasado muy rápido caray pero ¿cómo que te vas si recién llegaste? cuando se desea que ni siquiera haya venido.

   La vida es cambio constante, todo se mueve y vibra lo queramos o no, inclusive lo aparentemente inerte, el cambio está estrechamente relacionado con la velocidad en que lo hace quien lo hace, por ello, Einstein (ese humano inteligenzuelo) dedujo que el tiempo es relativo respecto en donde se encuentre el observador, en qué sistema se halle en el momento de que éste haga la medición. Si alguien se encuentra en “el tiempo de la Tierra”, el tiempo transcurrirá más rápidamente que aquel que viaje, alejándose, en una potente súper nave cercana a la velocidad de la luz. Para el que viaja muy cerca a esa constante de velocidad (la de la luz) el tiempo se ralentiza, se vuelve más lento respecto al que permanece en la Tierra, por este concepto relativo y como un ejemplo real de este fenómeno, los satélites GPS llevan un reloj que adelanta su tiempo interno (quizá en nanosegundos, pero lo hace) para adecuarse y empatar el transcurrir del tiempo de la Tierra, igualando el segundo de arriba con el segundo de abajo. El tiempo físico por tanto, se empieza a parecer al tiempo psicológico.

   La medición del tiempo, como se sabe, es un sistema arbitrario de medición hecho convención, como lo es el sistema métrico decimal para la longitud o el de grados celsius o fahrenheit para la temperatura. Con su base sesenta ha sido el más adecuado para la medición del tiempo desde antaño, cosa en que toda la especie ha convenido, sería bueno que hubiese más convenciones mundiales como esta. A pesar de ello y como observamos, un segundo en un sistema de referencia no mide lo mismo que un segundo en otro sistema, difieren. Como los humanos viven en un sistema cerrado, el segundo es un segundo en cualquier parte y para cualquier persona que ahí se encuentre, aún y cuando sea percibido de diferente manera. Una hora en la Patagonia es lo mismo que una hora en Siberia, miden igual aunque se perciban diferente. ¿Qué pasa con el presente? ¿existe como tal? ¿dónde inicia? ¿cuánto dura? Si observamos bien, su dimensión es bastante arbitraria, puede ser que se hable del presente como los tiempos actuales: el hombre de hoy (presente) vive con adelantos tecnológicos como jamás antes, este “presente” maneja la acepción de cierto periodo ¿los últimos 100 años? ¿los últimos 50?, es un “presente” elongado, incierto e involucra varios “presentes” más pequeños; me duele la cabeza en este momento, este es un “presente” más “presente”, pero no lo es tampoco ya que al terminar la frase quedó en el pasado, en centésimas de segundo y aunque me sigue doliendo la cabeza segundos después tendría que repetir la frase para “volverla presente” de nuevo y así hacia el infinito, ¿dónde está el presente? ¿es la era geológica en la que vivimos? ¿es el dolor de muelas de este instante? ¿es el prejuicio de obtener poder hoy y que más tarde iré a por más?. Ya vemos que el presente es esquivo, nada sencillo de capturar.

   El presente no se puede asir, de acuerdo a la física puede ser tan efímero como un yoctosegundo -equivalente a la cuatrillonésima parte de un segundo 1x10-24s-, entre más se avance en su medición queda anulado por el siguiente instante que ya lo hizo pasado y que podría ser tan infinitamente pequeño como ceros a la derecha quepan en un espacio. Por lo tanto es posible que el presente que un humano perciba sea sólo el pasado y nunca se alcance el presente, mucho menos el futuro real, cuando éste último llegue y la persona se percate de él, ya no será futuro puesto que ya pasó -lógico- y lo único que puede ser es pasado, exactamente igual que  lo que le sucede al burro amarrándole la zanahoria desde su cabeza o el perro que persigue su propia cola, en ambos casos nunca alcanzan su objetivo. Las nueve mil ciento noventa y dos millones seiscientos treinta y un mil setecientos setenta vibraciones del isótopo 133 del átomo de Cesio para hacer el “tic” (un segundo) y otras tantas iguales para hacer el “tac” (otro segundo) en los relojes atómicos, no son suficientes, no es cosa de precisión.

   El tiempo, demostrado científicamente, no es absoluto. Una manera de entender que realmente vivimos siempre en el pasado es la siguiente: cuando se observa la salida del Sol jamás podrá ser vista en tiempo real, esto es, en el momento presente ¿por qué? porque esa luz que genera el Sol tarda alrededor de 8 minutos en alcanzar la Tierra, para cuando una persona la ve ya pasó un lapso, en otras palabras, observamos la luz del Sol en su pasado -siempre- y no nos conviene acercarnos, tampoco alejarnos. Lo mismo sucede con todos los cuerpos de luz del universo -que la emitan o que la reflejen- que es posible observar, la estrella más cercana a la Tierra -después del Sol- se conoce como la estrella binaria Alfa Centauri que está a unos 4.3 años luz, lo que quiere decir que vemos lo que esta estrella era hace un poco más de 4 años, podemos ver su pasado pero nunca nos acercaremos a su presente, son tan inmensas las distancias estelares que aún siendo la constante de velocidad de la luz tan fantástica nunca, nunca podremos acercarla al presente, a menos que los humanos lleguen algún día a tal evolución y no se achicharren en el intento, quizá en una muy diferente vía.

   ¿Se observa el juego de la mente con el llamado presente? La mente humana siempre es lineal, el tiempo bajo esta concepción es también lineal, no podría ser de otra manera si viene de la mente. Un humano bastante adelantado y que se conoció como Krishnamurti decía -anotado en los libros que circulan de él- que la mente de los humanos no es otra cosa que memoria, programas del pasado que se van insertando en los depósitos biológicos del cerebro y que se van recirculando en el mismo lugar, dado que estos contenidos se van acumulando -la forma en como la memoria se llena- esto sólo puede hacerse a través del tiempo lineal por lo que esta memoria es en esencia, tiempo. Tiempo y memoria son lo mismo, uno no existe sin la otra. Es por eso que en el juego de la vida lo que un humano percibe es esa linealidad, la sucesión de los cambios que va observando y que llama tiempo. Por ello, todos los que abogan y hacen suyo el “vive el presente” no saben qué es lo que están diciendo y simplemente dicen lo que escuchan decir a los demás, al fin, fieles humanoides repetidores. En el fondo ni siquiera saben qué es vivir en el presente, lo ignoran pero lo recomiendan, costumbre local de esta especie.

   El presente no es capturar el momento, ya vimos que físicamente no es posible, más bien vivir y sentir ese huidizo estado se refiere a anular la mente, es la única manera de saltar la barrera de la magnitud del tiempo, invención mental del ego. La No Mente es el estado singular para estar en ese lugar en donde el tiempo no existe y donde realmente se puede vivir el aquí y ahora sin mediciones hacia atrás o hacia adelante, ni abajo o arriba, el verdadero presente, como indica su nombre, es el estar y ser ahí mismo.  La única manera conocida de llegar a esta separación de la ego-mente de la no-mente, es la que conozco y que los humanos llaman generalmente meditación, no es sentarse en la posición del loto e intentar no pensar en nada, cosa imposible para una mente del género humano, la meditación sucede cuando la atención es completa y el silencio es total, muchos humanos -aunque no todos- han tenido alguna vez esta experiencia fortuita aunque no lo sepan, son fragmentos de su vida que ni siquiera pueden explicar, hay otros, poquísimos, que conscientemente ingresan a ese estado y lo saben, reconocibles por su grandeza interna que los prejuicios humanos confunden para los demás pero no para todos.

   Krishnamurti lo dice muy claramente: “Siempre estamos mirando o sintiendo con una parte de los sentidos. Uno escucha alguna música, pero jamás la escucha realmente. Jamás estamos atentos a nada con la totalidad de nuestros sentidos. Cuando uno mira una montaña, debido a su majestuosidad, los sentidos de uno operan totalmente y, por ello, uno se olvida de sí mismo. Cuando uno mira el movimiento del mar, o el cielo con la luna naciente, cuando uno está íntegramente atento con la totalidad de sus sentidos, esa es la atención completa en que no hay un centro. Lo cual implica que la atención es el silencio total del cerebro, en el que ya no hay parloteo sino una completa quietud, un silencio absoluto de la mente y el cerebro. El silencio de la meditación es la operación de la totalidad del cerebro con todos los sentidos activos. Es la libertad lo que da origen al silencio total de la mente. Es solo una mente semejante, una mente-cerebro de esta naturaleza, la que está completamente silenciosa y quieta, no con la quietud generada por el esfuerzo, por la determinación, por el deseo, por el motivo. Esta quietud es la libertad propia del orden, del orden que es virtud, que es probidad en la conducta. Únicamente en ese silencio existe aquello que es innominable e intemporal. Eso es la meditación” y es ahí en donde el advenedizo presente existe, el único lugar en donde el tiempo se detiene. 



sábado, 5 de julio de 2014

Prejuicios 1_Un buen partido/Capítulo 7/Crónicas terrícolas por Kadok

“El matrimonio es la principal causa de divorcio”.
Groucho Marx

Todo fue conseguir su segundo y nuevo empleo, después de egresar de la universidad, lo que hizo cambiar radicalmente la perspectiva que tenía la mamá de su novia respecto a él. Y es que pasar de ser un empleado con un ingreso mínimo, que tomaba el autobús para ir a su trabajo -por no tener auto propio- para luego llegar a casa de la prometida en el nuevo automóvil -directo de la agencia y del año- asignado por la nueva y renombrada compañía en la que ingresó, era una diferencia de buen augurio -aparte del substancial incremento de sueldo-; el chico tenía futuro, además de su simpatía natural y contar con una sesera medianamente inteligente, el nuevo objeto con el nuevo empleo, parecía hacerlo más atractivo, como yerno, diríamos. Y sí que lo hizo, las nuevas formas en que era tratado eran evidentes, ahora había cierta deferencia y atenciones más acusadas que espontáneamente aparecieron, así, como de la nada, bueno, no enteramente de la nada, estaba el nuevo auto y la imagen que éste daba. El muchacho seguía siendo el mismo, el cambio era aparente y definitivamente material, sin embargo, ese tipo de cambios son quizá los que la gente ve con mayor facilidad, error, luego no digan que alguien los engaña.

   Es comprensible, las mamás (o papás) quieren lo mejor para sus hijas, un buen partido, pero ¿qué es un buen partido? Depende mucho de lo que cada quien piense, de las cargas que las mamás traigan en sus historias, de esas ideas enquistadas en su fuero interno, en suma, de cómo perciben el tema de acuerdo a cómo las educaron y por supuesto, de cómo les ha ido en la feria a cada quien.  Porque hay qué ver, a los miembros de la especie humana en general -contando a las mamás, claro- se les olvida lo que pensaban y hacían en edades tempranas y luego en su juventud y posterior madurez, ahora que son “adultos” hay algo que les impide recordar -como un oportuno borrado de bits en ciertos sectores de sus pistas mentales- que tuvieron los mismos sentimientos, las mismas dudas, temores, desafíos, rebeldías y preguntas que ahora sus hijos o hijas o sobrinas o lo que esté cercano y en esas edades, a su vez, viven. ¿Qué hace que los humanos olviden y por añadidura, separen su vida en diferentes cajones? ¡Mira cómo te vistes, pareces un adolescente, supéralo! -como si fuera un crimen o una cosa nefasta- ¡Eres un viejo raboverde! ¡ya no estás en edad de andar buscando amoríos! ¿y si el tipo -o tipa- no daña a un tercero? ¡qué!;  los que lo dicen y señalan arden en deseos de andar en esas, pero no, ellos son “maduros”, lo cierto que también bastante hipócritas. ¿Cuándo madurarás? Eso de la madurez es aplicado en estos casos como un enorme prejuicio, porque ¿quién es capaz de definir claramente que significa ser maduro? ¿es lo que dicen los psicólogos, lo que dice mi padre, lo que dice mi madre, lo que dice mi maestro o alguien más? ¿Existe la madurez absoluta? Por si no lo han notado, en la naturaleza los frutos maduran, se marchitan y luego se pudren ¿será la podredumbre el final perseguido? No creo que a nadie le guste que le llamen podrido: ¡mira a ese, es lo máximo! es un tipo bien maduro, madurísimo, tan maduro que está podrido, genial. Son esas mismas separaciones, bastante subjetivas y generalizadas, las que obstaculizan la comprensión de los “adultos” hacia las generaciones que empujan por detrás y entonces se crean profundas divisiones, luego el porqué los problemas en no saber “llegarles” a esos inmaduros, digo, a los que cronológicamente tienen menos experiencia.

   Señoras y señores humanos, no se confundan, permitan a sus hijas (o hijos) que creen sus propias experiencias, si no es así ¿de qué otra forma van a aprender? Acuérdense de ustedes mismos en esas situaciones, lo que hicieron por su educación ya quedó asentado en esas imberbes molleras, lo que siga no cambiará mucho su conducta, quizá puedan controlar o inclusive coartar su libre expresión, pero entonces, tarde o temprano se manifestarán las rencillas que quedaron ocultas (o a vistas ciertas) y la cosa se pondrá color caramelo y aún más obscura. En mis andanzas terráqueas he observado de todo, no hay nada que aminore más lo que un humano ve que el vestido y el maquillaje, y estos pueden tomar una cantidad de formas muy variadas, iniciando con una cuenta abultada en el banco, por ejemplo. No importa cómo fue que el galán se hizo de riquezas, el caso es que es rico y eso es lo que importa, puede ser un perfecto gañan pero viene de una familia “respetable” -y de mucho dinero-, no interesa que esa familia tenga un pasado infame, que haya mentido, robado, engañado y hecho lo que haya sido por obtener, como cualquier político lo hace, esa interesante fortuna, ¿y qué si traicionó, violó, mancilló, dañó,  mató o mandó matar -que para el caso es lo mismo- a contrincantes por la misma zanahoria, qué tiene de malo? Tiene dinero, es rico y pudiente, mi hija será feliz ¿que si de vez en cuando tienen problemillas? a todas las parejas les pasa ¿no?, total hay dinero para los mejores hospitales, diligentes y discretos, todo en el mismo lugar, las cirugías plásticas para resaltar atributos o para componer rostros golpeados, todo queda en casa, los asuntos arreglados, no problema. Eso sí, mi hija es importante y tiene lo que desea, una familia hermosa, una casa impresionante, vacaciones en la parte del mundo que elija, ropa magnífica de los mejores diseñadores, pertenece a las más alta sociedad, es feliz, enteramente feliz y dichosa. ¿Seguro? cualquiera diría (bueno, no cualquiera, alguien que se le mueva el hamster en el cerebro) que quienes piensen así han sido extraídos de un psiquiátrico sin haber tenido ningún avance, una buena parte de las sociedades humanas (¿un 98%? ¿me estaré quedando corto?) están claramente desquiciadas, lo malo, que no están conscientes de esa locura y creación mental desastrosa y fatal.

   Nadie se imagina a su abuelita “haciendo el amor” -copulando o teniendo sexo- ¿Cómo, mi abue en esas cosas? no, ella es decente ¡¿qué te pasa?! Lo cierto es que alguna vez tuvo que hacerlo, es por eso que los humanos están en este mundo, no hay otra manera -natural y biológicamente- y ahora, bueno pues, es que esta muy “madura” y eso ya no es para ella, sería inmaduro. El abuelo, la abuela, la mamá, el papá y todos los del género humano, llegaron así y el sexo no sólo es para engendrar ¿alguien se ha dado cuenta?. Pero a pesar de Freud y de muchos otros con diferentes enfoques que se han adentrado en estas cuestiones y nos han dado cierta luz, persiste en el fondo cierta tendencia en ver la relación sexual de manera, digamos, sucia o pecaminosa, más si eres viejo. Si no, ¿por qué se insiste en que las vírgenes -en ciertas religiones- deban de ser, precisamente eso, inmaculadas? ¿es el sexo sucio inclusive para el fin reproductivo? ¿Cómo es posible que la imagen de una virgen sea: virgen siempre virgen -entendiéndose como nunca penetrada (vaginalmente) por miembro viril ninguno u otro artefacto, manteniendo su himen incólume-? ¿Cómo la inoculó Dios? y lo que queda sin descifrar, ¿cómo nació el hijo de Dios manteniendo el canal de parto de su madre intacto y por lo tanto, el himen virginal igual? ¿por cesárea? Si el hijo de Dios se hizo hombre, como cuentan, ¿qué de malo hay que hubiese sido concebido y nacido naturalmente como cualquier ser humano? Este cuento, con los cánones y dogmas involucrados, ha dañado y enturbiado aún más la naturaleza sexual del género al completo, esa es la verdadera malicia, la que trata de parecer como malo lo que es simplemente natural, pero este asunto del himen inmaculado es sólo uno de los cientos de prejuicios o creencias, quizá de los más arraigados, con los que esta especie cuenta, sin meternos en el llamado pecado original, la culpa eterna de la desobediencia humana infringida por ellos mismos, el masoquismo existe como régimen existencial autoimpuesto, en eso no hay duda, lo increíble y por demás dañino es que se lo crean.

   Todos los humanos son iguales, no, no es cierto, todos los humanos son diferentes pero semejantes, suena mejor y es más certero. No entiendo porqué si todos los hombres son diferentes quieran parecer iguales. Es comprensible que haya arquetipos, en mi especie existe esto, pero de ahí a que pretendamos seguir vehementemente a alguno, como hacen los de la especie humana, nada que ver. Es lógico, esta especie aún está en su infancia, locos por el poder y el dinero, perdidos en sus creaciones mentales enfermas, aún les falta un largo trecho, por mi parte, seguiré observando que también me he encontrado con sorpresas muy alentadoras y algunas veces, increíbles.





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miércoles, 25 de junio de 2014

La Agenda oculta de los humanos/Capítulo 6/Crónicas terrícolas por Kadok

El hombre, cocido con limón, en su propio jugo y sin embargo ¡se mueve! Un ceviche autoinmune y paralizante.

Los humanos, por lo que he observado en algunos miles de años por estos confines, poseen una curiosidad innata o quizá podría decir, poseían, ya que esta particularidad se ha ido encasillando sólo en algunos, unos pocos proponen y millones disponen, o lo que es lo mismo, una pequeña parte piensa y la otra, mayoritaria y exponencialmente con respecto a aquella minúscula, es la que se deja llevar y navega zombie -he aquí la verdad de los zombies, ellos existen pero no como los representa la hollywoodiense perspectiva cinematográfica-, y sí, es una plaga y se transmite por contacto (principalmente por mordisco), y unos se comen a los otros y los que ya están infectados intentan por todos los medios infectar a todos alrededor, y ya todos zombies, viven más felices, más de acuerdo con una naturaleza bastante básica pero a la vez, más idiota y perturbada. Si quitamos las características de la superficie, las de sangre por doquier, babas continuas, un ojo mirando al sur y otro al oeste, el desaliño, la ropa gastada y roída, las caras grotescas (entre más descompuesta, mejor impacto de horror) y todo aquello que se fabrica y define a un zombie peliculero, encontraremos a los verdaderos zombies, y son más copiosos y comunes que lo que pensaría cualquier humano, es más, tantos así que  muchos, muchísimos se creen que no lo son y aunque razonan medianamente son los zombies que mejor representan a la zombiedad.

   Existe una tendencia generalizada que los humanos comunes transmiten a sus retoños desde, inclusive, antes de que nazcan, y es adiestrarlos concienzudamente a seguir los patrones que a su vez, a ellos le fueron implantados en lo más profundo de su psique. Estos esquemas, lejos de ser perfectos, están imbuidos de creencias y prejuicios, sólo por proceder de donde lo hacen, de la mente. Y la mente, poderosa herramienta subutilizada por la inmensa mayoría de los humanos, vive en una realidad creada por ella misma, una realidad que divide y da la impresión ilusoria de separación, de que cada humano está conformado en una individualidad alejado de todo lo que le rodea, incluyendo de sus propios congéneres. Ha habido otros tiempos en la historia de este hombre en donde esta división no existía o era mucho menor, estadios de un enorme progreso e integración con todo lo que existe, pero en estos días este enorme estado de frecuencia ha disminuido y sólo una pequeña parte de los que la desarrollan han seguido sobreviviendo, y gracias a ello, a esas mentes lúcidas que han entendido y por ahí deambulan en este mundo terrícola, la esperanza de que la masa crítica interhumana crezca es alentadora, lo estaremos observando, como ha sido antes.

   Como es costumbre y para entender mejor las situaciones de esta especie, me convierto o tomo la forma de un humano, puedo ser mujer, hombre o político, o cualquier entidad intermedia: mujer funcionando como hombre; hombre funcionando como mujer; hombre bi; mujer bi; político-común; político-honrado (esta nunca me sale bien, nadie me la cree en el mundo de la ilusión humana) o cualquier otra entidad en cualquier estadio cronológico. Me zambullo en la personalidad seleccionada y vivo sus actividades y peripecias; como transformo el punto de vista del observador me aprovecho de las leyes de los cuantos y obtengo de las infinitas posibilidades, resultados muy interesantes. A veces, para mis trabajos, me apoyo en ese humano, fonbòs, o como se llame, de gran ayuda pero en ocasiones no deja de enturbiar la observación, es humano y qué se la hace, frecuentemente contamina los asuntos y me hace trabajar de más, típico, aunque va aprendiendo. También dispongo de otros medios para el estudio de esta especie, mi biocomputadora central, aunque pequeña es potente, con sus ocho Brontobytes de memoria, sus novescientocincuenta Geopbytes de almacenamiento y su procesador de treinta y seis núcleos corriendo a un poco más de 36.8 GHz, estoy sobrado por el momento para procesar casi lo que sea, aunque me lo tomo tranquilo dada la infinitud del universo.

   Estudiar a estos Humanos no es sencillo, cierto que son animales de cierta forma evolucionados, pero su comportamiento generalmente no corresponde a lo que piensan, ni piensan frecuentemente lo que hacen. Responden a impulsos de su mente primaria y como tal, actúan, luego y posteriormente es claro que piensan con su mente consciente (no todos, por supuesto) pero regularmente una vez que el tepache fue regado, en otras palabras, se la pasan pidiendo perdón una vez dado el “tehuacanazo”, “usté disculpe”. Claro y como señalo, no siempre es así, la gran mayoría no llega a razonar ni a darse cuenta de su comportamiento errático. Por esta extraña dicotomía cerebro-emoción, los humanos regularmente se quedan en humanoides y pocos son los que desarrollan una verdadera humanidad y logran equilibrar su ego con su yo verdadero. Se avergüenzan de su parte física  animal y se proclaman como una especie privilegiada, toman los logros de una ínfima parte de ellos y se los cuelgan como suyos, no se percatan del juego y simplemente siguen sus miserables vidas. Estos comportamientos los hacen bastante domesticables, sólo es cuestión de identificar los resortes adecuados y ejercer la presión precisa, y ya está: da un buen circo (entretenimiento: tv, cine, recitales, creación de aspiracionales -marcas y personalidades-, entrona los deportes); hazles creer que son libres y autónomos dándoles un área de acción -siempre limitada-; desarrolla el concepto psicológicamente necesario de pertenencia a un grupo -nación, patria, religión establecida, club, partido politico y otras aberraciones-; dales creencias de alguien que los protege y ayuda en la ilusión de la vida y la muerte; manténlos en las medias verdades y en las verdades a medias; dales educación pero limitada, dirígela sólo a las actividades prácticas y tecnológicas, nunca permitas que un pueblo piense demasiado, capaz que redescubran quienes realmente son y se te salgan de control, entre más reine la ignorancia, mejor control de las masas; confúndelos y sobre todo, permite que gobierne el miedo en su subconsciente (y en su inconsciente), llena las pantallas de tv de comerciales de medicamentos, crearás la ilusión de la permanencia de la enfermedad -aunque la enfermedad no existe como tal-, promueve de vez en cuando la amenaza de las epidemias y que siempre se pueden convertir en pandemias letales, hazlo por medio de noticias en los telediarios, de películas en los cines, en internet, en la prensa, considera también los desastres naturales, el hombre siempre deberá estar en peligro, condición necesaria para mantenerlo en el temor, dócil y manejable, alejado de lo que importa, de su desarrollo individual y por ende, de su desarrollo como especie. Crea enemigos y bandos opositores, Dios y el Diablo, haz necesaria la fabricación de armas y fabrica guerras, permite la generación de pandillas y el crimen en tu barrio, en tu pueblo, en tu ciudad, todo esto además de generar economías locales (para los que dirigen), incrementa el miedo en la población y contribuye a justificar y perpetuar la pretendida defensa de los que gobiernan (y la verdad que son los mismos, el concepto es como aquel vendedor de cristales para ventanas que llega a un pueblo, antes contrata a los malandros que por la noche apedrean los ventanales de las casas, una forma muy común de creación de demanda, muy parecido, en su justa dimensión, a como se conforman las guerras y los enemigos contra la nación o las células criminales -robos, asesinatos, secuestros, balaceras en la vía pública, etc.- y que permiten -ante el ruego delirante de la población ya fastidida y atemorizada - la intervención salvadora-. El pueblo más civilizado es aquel en el que no existen los policías, ni los soldados, ni los políticos de profesión, ni los cobradores ¿para qué se necesitarían?

   Algunos miembros de la especie tienen diversas maneras para controlar, digamos que es una esclavitud contemporánea y que claramente, se ha ido refinando a través del tiempo. Pero lo más cautivante o difícil de explicar no son los métodos y sistemas de control de estos pocos, sino la forma en que todo ello es factible en los millones de seres que habitan el planeta. Y brotan más preguntas ¿por qué es difícil para los humanos comunes encarar su responsabilidad? ¿por qué tienen problema para darse cuenta de sus enormes potencialidades, de su verdadera grandeza? ¿por qué siempre intentan arreglar todo lo externo, lo de fuera, cuando las respuestas están dentro de cada uno? ¿qué les hace dejarse llevar por la ilusión de la mente y sólo por ella? ¿en qué sección del camino se perdieron? y ¿habrá manera de que se encuentren de nuevo?. Quizá haber obtenido la razón ha sido una maldición, pero esto sería una simple forma dualista de ver el asunto y lo cierto es que la respuesta a esta complejidad no está en el pensamiento, y por lo tanto, no en el mundo que la mente humana compone, las limitaciones son evidentes y los humanos siguen estando en la infancia de su progreso por estos tiempos, ya antes, mucho antes y como mencioné, han logrado enormes avances, existe esperanza de redención y prueba de ello son los signos que de vez en cuando se filtran para los que quieran ver, un humano alguna vez dijo algo así: “no te afanes en que los perros entiendan la verdad ni la des a los cerdos que sólo la pisotearán en su chiquero, capaz se vuelven y te despedacen”, las palabras se refieren a “lo santo” y a “las perlas”, ambos con el sentido de la verdad.

   Y es que los de esta especie en general son bastante obstinados y prefieren seguir viviendo en esas pequeñas jaulas que se fabrican ellos mismos. Es extraño que alguno de ellos se muestre en su esencia, permanecen asidos a lo que conocen y lo nuevo les aterra. O posiblemente sea su afán de continuar en su cómodo sillón y dejarse llevar por las decisiones de otros, pensar cuesta y pensar diferente o dudar no es negocio. Todo aquel que se aleje de la media es quemado, torturado, difamado, vilipendiado, juzgado como hostil, enviado al ostracismo y otras veces, ejecutado de muy diversas maneras. Aunque los mayores avances humanos reales, en todos los campos, han sido ideados precisamente por estas personas que se han atrevido a manifestar sus propios y muy diferentes conceptos a los que previamente se habían establecido. Curiosa especie que se opone a los cambios naturales y en muchas ocasiones, necesarios. Por ello los humanos crean sistemas, como los políticos por ejemplo, o los religiosos o los empresariales, o los nacionales, esas entidades morales que llegan a tener vida propia y mucho más poder que un humano o varios juntos y que finalmente no importa que esa creación se vuelva contra su creador, como le sucedió al Dr. Frankenstein de Marie Shelley. Pero nada es para siempre y la ley natural dicta que todo lo que inicia, alguna vez termina: “remember” la Grecia, la Roma, el Egipto, los Shogunes, los Mexicas y muchos otros, incluyendo a los más antiguos. Lo de “The Alamo”, respecto a sus “héroes”, no es más que una mentirilla histórica no tan piadosa sino más bien perfectamente deliberada pero lo de la desmitificación no se da tan fácilmente en la especie, por no decir que nunca.

   La gente, en su afán cotidiano, se muestra con la imagen que se ha creado de sí misma, responde generalmente de manera automática, a como lo hace el cuerpo  con respecto al sistema nervioso periférico, en donde no es necesario estar consciente para que en el humano funcionen sus sistemas vitales, como la respiración, la digestión, la circulación de la sangre o el impulso del corazón (como el caso reciente de Michael Schumacher); si bien todas las funciones del cuerpo pueden ser controladas por el cerebro de manera consciente, esto no es frecuente, la mente primaria se dedica a ello y se encarga muy eficientemente de que todo opere maravillosamente. Las personas abusan de esa mente primaria, la que está por debajo del umbral de la consciencia y aún más allá del subconsciente (al que es posible acceder), entre un noventa y cinco y noventa y ocho por ciento del accionar y del comportamiento habitual de una persona es llevado a cabo por esa parte inconsciente (a la que no es posible acceder fácilmente), por ejemplo, cuando un humano habla -su lengua nativa-, nunca requiere pensar cómo lo hace, simplemente habla, las palabras -su significado- y las articulaciones musculares necesarias para producir el sonido están firmemente arraigadas en su interior y éstas se producen espontáneamente, sin esfuerzo. Cuando una persona es incitada por un peligro jamás piensa en qué cara poner o qué músculos hay que contraer o distender para mostrar enojo, rabia, molestia, o un simple enfado, si es necesario correr o estarse quieto, la mejor acción a tomar es la instintiva, sin duda, el programa humano natural más simple es la supervivencia y es bueno que se cuente con él. En el mundo de hoy, muchas de estas amenazas para los humanos no son como lo eran, sin embargo, los programas inconscientes ahí están.

   La especie, casi en su totalidad, vive en un sueño y se reafirma por lo que cada humano ve, oye, huele, gusta y siente al tacto, inmerso en sus sentidos básicos que su cerebro procesa, configura su propio mundo. No se da cuenta que tiene enormes limitaciones de percepción, tanto por sus sentidos como por la manera en que el cerebro funciona y que le hace crear y creer el mundo en el que se desenvuelve, los hermanos Wachowski no están alejados de la verdad, la especie ha estado en la Matrix desde el inicio. Y es más o menos lo que sucede, con algunas diferencias. Luego entonces, cada persona vive lo que cree que vive, su propio programa, pero ¿quién crea ese programa?, aunque inconcebible y he aquí una de las diferencias con el guión de los Wachowski, el algoritmo tiene dos co-creadores que comparten una sola entidad, uno de ellos, es la mente de la persona que llamamos ego, el otro creador que trabaja en conjunto pero en otra frecuencia es la mente primaria que llamamos inconsciente, igual contenida en el mismo humano. Ambos, ego e inconsciente no están suscritos separadamente sino que forman parte a su vez de un programa mayor o supraprograma que une a todas las entidades -lo que conocemos como vida, incluyendo a los humanos y a mi y a toda la materia, la que podemos observar y la que no- y a su vez lo enlaza con el TODO, éste último, que comprende todo lo conocido y lo no conocido, la llenura -siempre ficticia- y el vacío, la nada y que es infinito, es en donde residimos y nos recreamos (claro, me estoy incluyendo). Cada humano, por naturaleza, es libre de crear su entorno, su propio programa, pero lo ha olvidado y se ha dejado llevar por la soberbia del ego, lo que los sentidos humanos cuentan y que parece real, no lo es en absoluto. Algunos están en el camino de descubrirlo, unos pocos lo han hecho ya, pero la gran mayoría, sigue extraviada.

   Ya lo dijo Albert, ese humano bastante inteligente y a la vez, sabio: “Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro”. Para ser de su misma especie, su pensamiento critico estaba muy avanzado y eso es lo que hace falta en la especie, como un inicio para la verdadera redención y la continuación del real progreso humano. Es justo decir que el estado actual de consciencia de la especie, de manera general, no es muy alentador. Las frecuencias bajas dominan a la mayoría de la población y el ego se aferra a la Matrix, la única manera de extender la masa crítica hacia un mayor grado de frecuencia es la intención de la voluntad individual, en donde cada persona se vuelque hacia su interior y descubra el poder que ahí tiene, el estado de la no mente. ¿Cuánto tiempo durará este proceso?, nadie lo sabe, quizá y como el tiempo y el espacio son también creaciones mentales, la pregunta correcta sería ¿La especie logrará desarrollarse finalmente? Ya ha tenido sus intentos y ha logrado llegar a estados de consciencia de altas frecuencias pero no ha dominado la ley del Ritmo y ha tenido que volver a comenzar, probablemente como parte del camino, a mi y a mi pueblo nos tomó algunos eones llegar a este estado muy intermedio aún, aunque igualmente, seguimos en la brecha. He visto a otras especies, altamente desarrolladas, caer estrepitosamente al tomar senderos que transgredían las leyes del TODO, se esfuman como en una gigante roja para luego  convertirse en bajísimas frecuencias de materia de densidades inimaginables, lo cierto es que alguna vez tendrán otra oportunidad aunque pasarán cientos de eones para que ello ocurra.

   Los humanos son muy curiosos en su vida cotidiana, dentro de sus creaciones mentales. Su intuición la tienen bastante deteriorada, mienten con mucha facilidad y sus incongruencias arriban a extremos risibles, mantener la imagen -una buena imagen, según ellos- hacia los demás es una de sus actividades favoritas y hacen lo imposible por sostener su rol dentro del conjunto en el que viven. Lo material prevalece contra cualquier otro concepto y están muy dispuestos a sacrificar la substancia por la ilusión de seguridad. Creen en el sufrimiento y de esta forma lo viven con intensidad, no admiten, bajo ningún concepto, que lo que llegan a conseguir tenga que ser porque se lo merecen sino porque trabajaron arduamente para obtenerlo. Contenido dentro de ellos, está un sentimiento de culpa perenne, cultivado durante siglos, son sus propios jueces más feroces y a la vez juzgan a todos y a todo lo que les rodea, como quien dice: “no dejan títere con cabeza”, no se dan cuenta que ellos mismos son títeres de alguien más y que igualmente son así juzgados, la sentencia milenaria que dice: “¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo? al parecer ha tenido poco efecto. Olvidan con frecuencia o mejor dicho, no lo saben, quiénes son realmente. Creen que sus problemas siempre están fuera de ellos y los que están equivocados y tienen que cambiar son los demás, insistentemente llevan a cabo acciones para intentar cambiar a los otros, fútiles esfuerzos, el cambio siempre viene de dentro de cada uno y no de fuera, pero desdeñan la ley y a veces se ufanan por el cambio que provocaron en alguien cuando en el fondo, no hubo tal y es sólo apariencia. Tienen una creencia en el amor totalmente distorsionada, confunden la atracción biológica natural con él; el amor nunca es dependencia en el otro y sin embargo, es lo que usualmente sucede. El humano busca el amor -o lo que cree que es- afanosamente, pretende que se lo brinden, intenta conseguir que lo quieran, que lo amen, y en esta dramática persecución pone su esfuerzo y su empeño, pero no funciona así, se encubre en sus deseos y no se da cuenta que primero tiene que dar, el amor se otorga, sale del interior de cada quien, es espontáneo y no persigue conseguir algo a cambio o dañar al otro, si existe verdadera correspondencia, muy bien, si  no, la persona puede continuar brindando su amor, principalmente hacia él mismo. Con el sentido de pertenencia pasa algo similar, los humanos tienen un fuerte sentimiento en ser aceptados por los demás -regularmente en sus entornos inmediatos- y harán lo necesario para conseguir este fin. Dejarán de ser ellos mismos e intentarán vestirse a la moda de su grupo al que quieran pertenecer o se sientan identificados, sus pensamientos, posiciones e ideas serán las del grupo -que puede ser tan pequeño como una pandilla o tan grande como una nación o una empresa o una religión organizada u otro- en menoscabo de sus propios razonamientos y la negación de su individualidad. El precio, por conseguir esta falsa seguridad en la pertenencia, trastorna la psique de la persona, lo conduce a comportamientos que jamás llevaría a cabo solo, dirá, actuará y se moverá erráticamente, alejado de su esencia natural. La presión del grupo, del tamaño que sea, pierde a la persona y más que fomentar la unión entre las entidades individuales -su conexión verdadera- la divide, al fin de cuentas, sólo hay un grupo mayor, el humano y esto, por el momento, únicamente, concierne a la Tierra.

   Los individuos de la especie, manejan al menos dos agendas, entendiéndose esto como el comportamiento que realizan en sus actividades cotidianas y en su devenir existencial. Por un lado, existe la imagen que se fabrican y que exponen en sus relaciones regulares con los otros, es la parte consciente; un miembro de la especie comentó alguna vez que el humano se conforma o se conoce por sus relaciones con los demás, es ahí en donde se manifiesta como la entidad que es, aunque ésta es sólo una cara y comúnmente es imaginaria. Por el otro lado, nos encontramos con la verdadera esencia de la persona, lo que es realmente y que escasamente manifiesta de manera franca y abierta, generalmente permanece vedada al ojo más avezado. Ésta última, es la agenda oculta, la que queda en los confines internos de cada persona y que se expresa en ocasiones en formas insospechadas, domina el comportamiento de cada uno, como lo dije antes. Ambas agendas perviven en el cajón de la sociedad, con sus leyes oprimiendo la individualidad en aras de la colectividad, llámese democracia, comunismo, socialismo o cualquier sistema o subsistema -incluyendo el anarquismo- dentro de ellos y que por su naturaleza son artificiales. Los problemas que se suscitan por la contención social ejercen una enorme presión en el individuo, la especie, dentro de esta ilusión, continúa en ella y trata de resolver los inconvenientes de la misma forma, con el pensamiento que es cíclico, y sí, resuelve algunos pero crea otros. Y esto no se acaba, no han bastado diez mil años.



¿Quién es el infiel o el apóstata?

1.El cristiano que lo señala
2.El musulmán que lo proclama
3.El cristiano ortodoxo
4.El judío internacional
5.Calvino/Lutero
6.Joseph Smith
7.Todas las anteriores
8.Ninguna de las anteriores   



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martes, 15 de abril de 2014

Breves del mundo/(EH/Press) Caza Ruso

Nota:
El primer párrafo (antes de la línea divisoria) se publicó tal cual en noticias yahoo en la fecha que indica.


"Caza ruso pasa cerca de barco militar de EEUU
Associated Press | Associated Press – lun, 14 abr 2014"


"WASHINGTON (AP) — Un avión de combate ruso realizó el sábado múltiples pasadas a corta distancia de un barco de guerra estadounidense en el Mar Muerto durante más de 90 minutos, en medio de un aumento de las tensiones en la región, reveló el lunes un alto funcionario de la armada de Estados Unidos".

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El barco de guerra estadounidense navegó por el río Jordán desde el mar de Galilea en donde se encontraba en acciones de aprovisionamiento. El gobierno israelí apoya las iniciativas en la región para descontaminar el río Jordán que según fuentes sanitarias, representa un riesgo de enfermedad para aquellas personas que tengan contacto con sus aguas.

El río actualmente está contaminado cuatro veces por encima del nivel recomendado para un bañista por lo que las autoridades de salud han colocado avisos para advertir a la población sobre este peligro. Aunque los bautismos en este emblemático río no han sido prohibidos, se ha solicitado de manera enfática a todos los creyentes, evitarlos y utilizar para ello agua potable de la red local.

En este ambiente de tensión, el barco estadounidense tuvo algunos problemas en la navegación por el río ya que en algunos tramos su profundidad sólo alcanza los 1.5 m (3.5 m es lo más profundo). La anchura también fue problemática, sobre todo en aquellos lugares donde no pasa de los 27 m, pero gracias al apoyo de la logística de tierra, estos inconvenientes fueron solventados satisfactoriamente y el buque alcanzó el mar Muerto a las 07:25 de este sábado.

Una pequeña fragata, también de origen ruso, se ha mantenido muy cerca del barco estadounidense. Fuentes extraoficiales han dicho que los rusos filman las operaciones estadounidenses para aprender las técnicas que son utilizadas para a su vez trasladar estas innovaciones al programa de limpieza ruso-ucraniano del mar de Azov y de los ríos que desembocan en él. Los rusos están interesados en conocer los procedimientos que hicieron posible que un barco de las dimensiones del estadounidense llegara a ese mar interior.

Los rusos intentan descubrir las maniobras de la marina estadounidense para navegar en lugares estrechos y de poca profundidad, como en este caso lo han hecho los norteamericanos. Será clave para su programa en el mar de Azov y particularmente en el estrecho de Kerch, que aunque sus dimensiones son algo mayores (de 4.5 a 15 km de anchura y unos 18 m de profundidad) que el Jordán, nunca está de más incorporar nuevas técnicas e incrementar la seguridad.

Un portavoz de Washington indicó que su país no está conforme con la observación cercana de los rusos, ni por parte de la fragata ni del avión, ya que además de distraer a sus muchachos, los ex soviéticos invaden territorio estadounidense pero sobre todo, porque esta misión pacífica es clasificada como secreto de estado. Adicionalmente comentó que ya se prepara la protesta y documentación formal ante las instancias de la Haya, la ONU, la OTAN y el FMI.

Otro incidente que se añade a las ya de por sí inflamadas tensiones entre Washington y Moscú.



(EH/Press)


viernes, 31 de enero de 2014

Qué hueva...

1.-“No, sabes qué, tipo que no me estás entendiendo, hay que hueva lo que dices, no es así, no eres responsable si no no te portarías así ¿sabes qué? mejor luego hablamos, me cae que qué hueva me da oírte…”

2.-“Vente para acá, es que ahí está una pinche cliente y no quiero que me vea…”

    La primeras palabras de arriba, corresponden a una conversación que una joven, por ahí en sus veintes, llevaba a cabo en su teléfono móvil, por el tono de lo que decía denotaba un claro enojo y malestar con su contraparte en la línea, de hecho, un varón. No es que quisiera husmear en conversaciones ajenas pero quien estuviera a unos metros de esta joven la escucharía clara y rotundamente, sin remedio y aunque no lo quisiera.

    Paseaba por la Plaza Comercial y decidí sentarme un momento en la loza que ejercía funciones de banca, la mujer estaba de espaldas a mi a una distancia prudente en la que no invadía su espacio físico, sin embargo ella se encontraba tan sumergida en la conversación que prácticamente la escuchaba cualquiera que pasara por ahí, la atención de su mundo quedaba sólo en ese pequeño artefacto móvil y lo que estaba del otro lado, el medioambiente real desaparecía para ella, algo así como cantar bajo la ducha pero esta vez en un lugar público.

    Yo trataba de observar a la gente que caminaba alrededor, veía las escaleras eléctricas de varios niveles que llegaban hasta los sótanos de estacionamiento, curioseaba en cómo se veía la gente bajo esta perspectiva de altura y el movimiento monótono y sin fin de los escalones que desaparecían tragados por el piso aunque luego volvían a nacer otros, también veía el establecimiento de café que está contraesquinado de donde me encontraba, en mi mente vagaba la idea de comprarme y tomarme uno de esos líquidos calientes plagados de sabor y aroma exquisitos pero finalmente, no lo hice, por la tarde y noche ya no los acostumbro.

    Ahí enfrente también, está el hotel que me recuerda a un tipo de influenza, particularmente a la AH1N1, desafortunadamente incidiendo en el país, de manera estacional, comentan. Aunque minimalista y elegante, las iniciales de este hotel (NH) con que se nombra y que aparecen dibujadas claramente en la entrada, son fácilmente asociables y si yo las asocio, a lo mejor inconscientemente, quizá muchos lo harán. Esto último me hizo pensar en un pueblo en el que un amigo pasó un tiempo de intercambio en los EEUU y por el que de tal nombre, sus habitantes estaban bastante orgullosos, Atascadero, California, se llama el lugar. Por más que mi amigo trató de explicar a la familia que lo albergaba,  el significado del nombre en inglés, demostrable fácilmente, éstos nunca lo aceptaron, muy parecido a como funcionan los actos o dogmas de fe o los hechos históricos muchas veces tergiversados y que a fuerza de repetirlos, se estacionan como verdades eternas, nada que ver.

    En estas divagaciones estaba cuando esa voz femenina al teléfono acabó por distraerme y como la hablaba a la humanidad que por ahí rondaba, igual la escuché. Era una conversación bastante circular, el tipo insistiendo en su inocencia, a lo que parecía, y ella, molesta, sin terminar de despedirse y amenazándolo con colgar mencionando repetidamente la hueva que le daba escucharlo, no sin antes indicarle e indicarle e indicarle, que era un acto muy inmaduro lo que había hecho y que luego hablaban, y él volvía con nuevos argumentos o a lo mejor  con los mismos, el caso es que a ella le seguía dando hueva la conversación (así  lo seguía manifestando) sin embargo, algo le impedía finalizarla, a lo mejor no quería hacerlo o le daba más hueva colgar que continuarla.

    Como el estira y afloja no tenía para cuando, para beneplácito de las compañías de telefonía celular, me retiré de esa sección llevando mis divagaciones a otro lado.

    Las segundas palabras entrecomilladas de arriba, de igual forma las escuché por casualidad. Caminaba por los pasillos de la Plaza, muy cerca del área de comidas, dos damiselas lo hacían delante de mi a unos cuantos pasos. De pronto, una de ellas se detiene y tomando del brazo a su compañera, se da la vuelta, y es ahí cuando suelta la frase. Me detuve por un momento y me hice a un lado para que ellas pasaran, así que tuve oportunidad de ver muy de cerca la cara de la “ssrita” que emitió tan sonora frasecilla, por cierto, una chica bastante guapa y bien acondicionada, de la que no esperarías que se expresara de tal manera.
   
    Y es que hay que escuchar el tono para entenderlo porque como digo, las palabras por sí solas y aunque sean aquellas llamadas cándidamente “malas palabras” necesitan la debida entonación para expresar el sentir verdadero de quien las dice, por ejemplo una buena mentada de madre varía infinitamente de acuerdo a cómo se dice y a las circunstancias, ¿nunca ha salido de tu tersa boca una lastimera, profunda y emotiva mentada cuando en alguna ocasión te machucaste un dedo con un cajón o perdiste el paso y te tropezaste con una saliente de la banqueta o se te chorreo el bolígrafo en tu bolso o en tu camisa o perdió tu equipo favorito o descargaste la electricidad estática que almacenaste en tu cuerpo en la perilla metálica de una puerta o al subirte a algún coche? ¿y dónde está esa madre imaginaria de cualquiera de estas situaciones que provoca nuestro enojo? ¿ya ves? no existe.

    Esta popular y entrañable frase mentadera se ha convertido en parte onomatopéyica y sonora de dolor y desazón disparada automáticamente por nuestra profunda psique, por no decir alma, en sus debidas ocasiones, legado de la ficción mexicana. Quien sea de este país lo entenderá, si no lo comprendes, te engañaron y fuiste adoptado, extraído de otra cultura.

    Pero aquí, observando los dos conjuntos de palabras escuchados y expuestos arriba por dos lindas señoritas en una plaza comercial, no es que sean prosaicas o malsonantes o inclusive groseras, habrá quien lo piense así, pero no es por ahí. Lo que resalta en un primer vistazo, acordándome de algunas otras conversaciones entre mujeres con mujeres y mujeres con hombres es la estandarización de las expresiones entre ambos sexos. Las mujeres, indistintamente, utilizan ahora palabras y frases corrientemente aplicadas por varones. Por ejemplo y vulgarmente, se mandan a la veracruz, “vete a la veracruz” se dicen, ¿cómo es eso? si ellas no, no tienen pues…en todo caso y por similitud se mandarían a otro lado, a su contraparte. Se saludan con el “qué onda güee” cuando el “güee” o “güey” es claramente masculino.

    Este lenguaje andrógino y plano es más común de lo que pensamos, además de la notable pobreza del léxico actual. Por ahí leí que nuestro idioma cuenta con más o menos 283,000 palabras y que una persona con estudios básicos apenas utiliza unas 300 para comunicarse en su vida diaria y quizá pueda escribir correctamente una tercera parte, en este caso, unas 100 palabras. ¿del nabo, no? Si consideramos que el lenguaje es el instrumento elemental (entre otros) para transmitir lo que pensamos y sentimos, a su vez, para dar forma a lo que pensamos en nuestro interior ¿qué clase de comunicación podremos emitir? y lo que es peor ¿qué calidad de pensamiento se generará? es más ¿habrá alguno?

    Generalmente cuando hablamos en nuestra lengua materna no pensamos en qué y cómo decimos lo que decimos, nos viene de manera natural, quizá no estaría de más irnos observando y tratar de pensar un poco en por qué utilizamos unas palabras y no otras que expliquen más concreta y claramente lo que queremos transmitir, sería un avance muy importante ¿has contado cuántas veces repites una misma palabra en una conversación? ¿o por qué lo haces con una entonación prefabricada? fresa, naca universal, norteña, yucateca, chilanga base, chilanga clasemediera o la que sea. Si un día te atreves a hacerlo, a observarte, ya nunca serás el mismo, pruébalo…los cambios siempre vienen de adentro hacia afuera y tú eres la persona más importante para provocarlos…¿entendiste güee?




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fonbòs
Escobedo, N.L.