miércoles, 31 de marzo de 2010

Sueños de ámbar...

Tranquila abrió sus ojos marrones,
el despertar magnífico de una alma inquieta,
un poco adormecida aún por la deshora de anoche
(y de muchas noches),
rendida con la luna después de enviar amores.

Los reclamos justos de ella se amparan dulces,
más como pretensiones de empatar tiempos,
de aprovechar mayores lapsos antes del letargo;
pero él vive en destiempo y con una hora atrás,
aunque comprende puede más el placer y
olvida el ritmo de aquella que tan bien atiende.

Y es que la prosa fluye sin detenerse,
se embelesan en ella como dos adolescentes,
el amor los sucumbe,
se rinden en un corazón unánime,
a pesar del mañana que viene adormilado.

Claro, más de una que del otro,
la una tiene el gallo en su ventana,
el otro el sueño pesado y los deberes ausentes
(por el momento).

Así, ambos se mueven en su día,
teniendo lo que tienen como lo tienen,
hablando cuando hablan,
no hay pretensiones sino ilusiones,
sueños de aliento para el próximo encuentro,
¿virtual? ¿personal?,
¿Quién lo sabe y quién lo define?

Como lo dijo Calderón:
"¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida Una Ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son."


De esta forma viven el sueño
y sueñan la vida,
viven despiertos y despiertan viviendo,
sueñan dormidos y soñando duermen,
que los sueños sostienen y dan sustento,
la suerte de tenerlos los proclama vivos.

Quién no tuviera sueños,
estando aquí no está,
moviéndose está inerte,
hablando no se escucha,
viajando no se mueve.

Al final los sueños los enlazan,
Sin ellos, sin los sueños, no hay nada.
Sigamos pues, soñando…

Hechizo nocturno...

Espléndido....me voy a acostar ahora, quisiera soñar contigo y evocar tu imagen y tu voz, soñarte en tecnicolor pero también olerte con las diversas fragancias que junto con tu piel seguramente combinan en aromas deliciosos, delicados, que extasían el sentido y lo elevan.

¿Quién no quisiera sentir, en la armonía de dos sensibilidades paralelas, la cercanía, el roce de la piel, el suave perfume de los misterios, la conjunción del calor natural, la voz susurrada al oído?

Así, en la tranquilidad de los sentimientos profundos, en la comprensión exacta de lo que cada uno es, en la simple conexión de dos entidades diferentes y a la vez, coincidentes.

No saber si los rayos de luz pertenecen a la mañana o al atardecer, si el río desemboca en un mar abierto o en uno interior, si la lluvia cae o si vamos a su encuentro, si estoy cerrando o abriendo una puerta, si el sueño es mío o de alguien más, si la Tierra es la enamorada de la Luna o viceversa o ambas, una de otra.

Tales son los embelesos o quizá los desvaríos o los olvidos de quién cae en el hechizo de encontrarse con su par, con su imagen, a veces contrastante a veces semejante pero que incide en ese intercambio maravilloso.

Un café compartido, una sonrisa, un halago, un abrazo, un beso...fortalezas del día a día, que siendo sencillas son la esencia del empuje, bastiones de carga de energía, arrullos necesarios para nuestros sentidos...

Eros nocturno, Eros matinal

Hoy amanecí junto a ti,
la habitación plena de luz,
los oblicuos fulgores de la mañana naciendo,
caían y acariciaban tu cuerpo.
Junto con los pliegues de la blanca sábana,
resplandecían fragmentos de tu silueta,
tu piel matizada por las tímidas centellas de esa hora,
proyectaba aún mayor calidez y encanto,
amalgamando lo que mis manos en la obscuridad,
recordaban de ese paseo sosegado y lento.

Extasiados en ese recreo nocturno,
nos envolvimos en las caricias con la Luna,
apartados de los ritmos de afuera,
iniciamos con la mirada y con el roce, primero fortuito,
el entendimiento de los enamorados.

Hoy cuando el Sol ya nos saluda,
el recién despertar mantiene la llama apacible,
el descanso nos provee de renovación,
y los colores nos encienden con iluminada novedad.

Bastará quizá un ligero movimiento,
una pequeña brisa que incite al corazón,
para que imbuidos en esa atmósfera,
de candor matinal y entresueño,
nos conduzca a reabrir la emoción,
a sumergirnos en los confines naturales,
empatando a la hermana Luna con el hermano Sol,
en este deseo interminable de conjunción.

El amor mío...

Me gustas por la sal que despides
Cuando muy temprano ya te mueves,
me gustan tus curvas con silueta de tela
que sin ella el deleite es menor.

Mira lo que son las cosas,
con tantas canciones de muerte,
por un amor que no lo merece,
si no es el mío.

Pero la naturaleza así lo dispone,
y los semi poetas de hoy te dicen,
canturreando lo que quieres escuchar
poner el amor tuyo en otro,
cuando sin remedio,
el amor de esa forma queda desvalido,
y el tiempo transcurre y luego te
preguntas por qué dejó de quererte
cuando no tuvo él oportunidad de quererse,
por estar mal concebido.

Me gustas por los perfumes que esparce tu cuerpo,
cuando caminando ya te mueves,
me gusta tu mirada con reflejo de vida y sol,
que sin ella una flor en mí no abre.

Qué le voy a hacer,
si la fuerza de la belleza también me inspira,
cuando riela en mi lago tu imagen,
formada así en este brevísimo oleaje,
te doy mi amor desde mi dentro,
si lo recibo de vuelta,
sé que es mi reflejo,
si se va hacia otro camino,
también regresa conmigo,
es el amor mío que viene y va,
no es el amor tuyo,
ese es otro canto,
si éste viene hacia mí (el tuyo),
lo acepto con alegría,
este choque de amores es real.

Simple...

    Te amo por la mañana con los pelos revueltos...y mi café a un lado...te amo entrada la mañana cuando mi cerebro está en su mejor momento...(que no es mucho decir)...te amo a mediodía cuando el hambre arrecia...hora de comer...te amo por la tarde con los restos de mi café ya fríos pero tomables...te amo en el ocaso cuando el Sol se despide...antes que los colores se apaguen...te amo por la noche cuando deambulo aqui y allá y me preparo para ir a dormir...en lo que tardo me pierdo así que leo, quizá porque no estás aqui...luego abrazo una almohada creyendo que es tu cuerpo...te amo cuando sueño, aunque sea una pesadilla ya que tú me salvas, heroína de las causas a veces perdidas o entrañables...Por la mañana te sigo amando aunque no te vea, no te toque, no te escuche, no te aspire...pero te imagino...Así lo días pasan, el sol se alza y se pone, de nuevo y de renuevo, pero cada vez es diferente, tú estás ahí aunque no estés, por eso te amo, así, tan simple...Te lo digo, te amo en donde te encuentres, en donde no estés o en donde sí lo hagas... en donde yazcas, en aquel páramo ó en aquel desierto...